El mundo empequeñecía. Dolorosas manos comprimiendo a millones de seres absortos en la destrucción. Mujeres y hombres que gritaban los nombres de los suyos. Personas que miraban al cielo preguntandose ¿cómo?. Los muros se acercaban a los rostros impidiendoles hablar. Parecía que no existiera ningún futuro. Pero quedaba el aire. Todos respiraron con fuerza y consiguieron un mundo más amable.
Respira Hondo
Jsin 2004
No hay comentarios:
Publicar un comentario