Ahí están, en el camino que une los polos. Esas flores tan extrañas para tí y bellas para mí.. Un día mustias, sí; pero no las desprecies, porque al mostrarse por completo te pueden cegar. Cuando se abren en calma, y muestrán sus colores, conoces en ellas las flores reservadas del Paraíso. Aquellas que crecen junto a jardines y arroyos de vino y miel.
Recuerdo a un maestro que confesó que su flor era azul, pero los alumnos no entendieron y se perdieron en el desierto buscandola. Primero -se dijo- debería haberles dicho que soy ciego..
Para mis compañeros de camino, bien saben ellos quienes son...
jsin2004
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